El ‘Nevermind’ significó la fama mundial de Nirvana. A pesar de su bajo perfil, el ex líder de la banda se las arregló para ningunear a la banda de Axl Rose y Whitesnake.
por Beto Arán.
Tras el escaso éxito comercial que obtuvo “Bleach”, Cobain y compañía se metieron a construir uno de los proyectos más grandes y ambiciosos de la historia del rock. Y claro está, “Nevermind” supuso un antes y un después en la carrera de los de Seattle. Sin embargo, no pilló por sorpresa a todo el mundo. El propio Kurt Cobain reconoció, tal y como consta el en libro “Come As You Are” de Michael Azerrad, que él “sabía que éramos cien veces mejores que los putos Guns N’ Roses o Whitesnake o cualquiera de esas mierdas. Pero me hacía sentir como un imbécil porque hay tantos grupos en la escena underground que son igual de buenos o más que nosotros y nosotros somos los que estamos acaparando toda la atención.” Así de claro.
El propio guitarrista, aseguraba que todo eso “me hacía sentir lástima por todos los que estaban flipando con lo que estaba pasando, porque me parecía muy triste que fuéramos una de las pocas bandas de nuestro rollo en ser expuesta al mainstream.” Eso sí, el líder de Nirvana, no quería que todo lo que estaba ocurriendo le supusiera un nuevo malestar.
“Obviamente, no estaba dispuesto a consentir que mi ego reconociera que éramos un grupo tan alucinante que mereciéramos tantísima atención, pero sabía que era mejor que el noventa y nueve por cierto de cualquier otra cosa que hubiera a nivel comercial”, explicaría Cobain.
Cuando aquel éxito les situó como enemigos de otras bandas, ellos quisieron usar ese estatus, para recomendar a todos los grupos que consideraban potentes o de su misma altura, luchar para obtener con un trato similar. “Al principio estábamos muy ilusionados con eso; estábamos convencidos de que podríamos hacer mella.” Aunque no fue tal y como esperaban, se terminaron en convertir en una leyenda del rock.