por Beto Arán.
La segunda producción editada un 20 de mayo de 1997, destapó el rol de compositor del ex baterista de Nirvana. Escenario que dejó atrás las tediosas comparaciones con la banda liderada por Kurt Cobain.
No fue fácil. Por primera vez, Dave Grolh, asumía el liderazgo de una banda. Y claro está: su placa debut (1995) fue grabada íntegramente por el músico. Un tipo que por esos días, aún no lograba superar el trauma que significó el suicidio de Cobain. Ahora el escenario, ofrecía una tortuosa sesión de grabación que obligó al ex Nirvana, a convocar al guitarrista Pat Smear y al bajista Nate Mendel. La finalidad era consolidar un sonido propio, innovador y evolutivo, donde asumió las labores de la batería tras la renuncia de William Goldsmith.
Y el resultado fue impecable. Canciones como “My Hero”, “Everlong” y “Monkey Wrench”, marcaron la tónica de una placa que a la fecha registra 2.4 millones de copias vendidas. Todo un mérito, considerando que un año después del fallecimiento de Kurt Cobain, el batería de Nirvana publicaba su primer disco en solitario. Un proyecto que hoy se conoce como una one-man band y, de paso, demostró que Grohl estaba para grandes cosas.
Grohl y los suyos se pusieron en manos del productor Gil Norton para grabar “The Colour And The Shape”. Grohl, admiraba a Norton por su trabajo con los Pixies. De ahí que sus intenciones, apelaban a inyectar la justa dosis de sonoridad pop que le permitiera dar un salto de calidad.
En “The Colour And The Shape”, Grohl se destapa como un gran compositor, abriendo su corazón en unas letras que en muchos casos están inspiradas por su divorcio de Jennifer Youngblood. El ahora guitarrista y cantante, señaló que la experiencia de la grabación de “fue realmente liberadora, como la visita semanal al psicoterapeuta”.
Sin lugar a dudas, la banda desarrolló un sonido potente y crudo…a ratos punk. Sin embargo, con matices más finos y mejor logrados que su producción debut. Creaciones tales como como “Enough Space”, podrían ingresar tranquilamente en el catálogo de Nirvana. Mientras que baladas como “Walking After You”, ofrecen la sensibilidad Beatles tan renegada pero marcadamente visible en muchas bandas de Seatlle.
Foo Fighters, habían llegado para marcar un territorio que le es propio. Algo así como un habitad donde confluye el rock, punk, pop y diversos matices de la música popular que le permitieron diseñar grandes canciones. Visto con el paso de los años, me es difícil creer que hayan transcurrido 25 años y, también por qué no decirlo, haber mirado por debajo del hombro a un material que hoy es un clásico de una generación.
Las buenas canciones llegaron para quedarse y hoy te invito a disfrutarlas junto a nosotros.